Estamos en el año del centenario. Hay que celebrar todo lo que ha representado a este club durante este siglo ya pasado. Y si hay un par de rasgos distintivos, al menos en estos últimos tiempos, uno muy claro y manifiesto es el que se ha representado esta tarde una vez más en Balaídos: jugar contra el típico rival defensivo, rocoso, marrullero; dominar, tener más ocasiones que ellos, algunas muy claras; que el árbitro contribuya inclinando la balanza hacia el lado del rival en el par de jugadas dudosas que se produzcan; para, finalmente, caer derrotados en prácticamente la única llegada al área del adversario.
Puro Celta. Pero convendría no sacar conclusiones definitivas más allá de constatar lo anterior: somos el Celta y este tipo de situaciones acontecen muy a menudo por aquí. Pero eso no invalida lo hecho. Si ese casi gol de Bamba hubiese entrado y si, por ejemplo, cazásemos el segundo en una contra terminando el partido con 2-0, algunos discursos serían bastante opuestos, habiendo sido el juego desplegado exactamente el mismo. Y el mercado de fichajes también. Pero claro, también si mi abuela tuviera ruedas...
La cuestión es que mostrarse bastante seguros atrás y ser capaces de generarle a un equipo como el de Aguirre cuatro o cinco ocasiones bastante claras no es tarea fácil. Ya después es una cuestión de acierto. Y no estamos acertados arriba, está claro. Y Douvikas tuvo un par y, vaya, no pudo; Larsen sólo lleva un gol y tuvo dos o tres más que casi pero no; y, por encima de todo, el que ha sido nuestro faro y guía en este aspecto desde hace ya mucho, lleva cero goles en cinco partidos, más no sé cuántos de la temporada anterior. Y todo eso lo estamos pagando muy caro.
Y aquí, yo creo que jugando en casa contra un equipo del pelaje del Mallorca, que juega con un solo delantero, y con el problema que tienes de efectividad de cara al gol necesitas generar todavía más para forzar que éste acabe cayendo. No sería descabellado por tanto dejar dos centrales, entre otras cosas porque seguir con tres tampoco, como se ha visto, te convierte en un muro infranqueable, y cambiar el sistema incorporando a alguien más en la zona de arriba. Y esto va en el debe del amigo Rafa, que tendrá que ir conociendo más lo que tiene para ir ajustando y afinando la orquesta.
En definitiva, estoy frustrado como el que más. No he visto un gol, al menos válido, en tres partidos en casa, en una temporada en la que posiblemente no vea muchos más, pero eso no quita para que vea fantasmas donde no los hay ni exacerbe una situación que creo que no llega siquiera a la categoría de grave. Dejemos trabajar a este hombre, que vayan pasando los partidos, y tengamos al menos la paciencia de esperar a que vayan doce o quince partidos para poder emitir un juicio con algo más de valor.
En fin, a modo de recensión rápida, digo lo que le espeté a mi mujer tan pronto regresé a casa: puto Celta, puto fútbol, siempre igual!! Y eso no hay himno de CTangana que lo cambie.