Yo creo que traía un cierto sesgo, pero el partido era relativamente fácil hasta que ellos han decidido calentarlo muy claramente, porque no nos estaban haciendo mucho daño. Quizá la más clara fuera suya, pero tuvimos más nosotros.
El que la ha liado en la expulsión de Rivera es el cuarto, que ha ido a comerle la oreja también con el rifirrafe con el tal Miguelito después de irse de allí. El árbitro sólo tenía en la cabeza la tarjeta al que hizo la falta y el cuento en el suelo.