Final de temporada en tercera RFEF con doble alegría: la Sarriana logra el ascenso y, gracias a ello, el Barbadás consigue mantenerse un año más en Tercera.
El partido fue muy reñido, de esos que se viven con el corazón a 100 por hora. El Pulpileño es un rival durísimo: presiona, se cierra bien atrás, ahoga al contrario y aprovecha cualquier mínima ocasión para hacer daño. Y así fue: se adelantaron con el 0-1, pero por suerte la Sarriana reaccionó rápido y empató.
En la segunda parte, la Sarriana encontró su juego, fue muy superior y logró el 2-1. Pero cuando parecía encarrilado, una falta inexistente le dio al Pulpileño la oportunidad de empatar y forzar la prórroga. Injusto, pero así son estas eliminatorias.
Y en la prórroga, por fin, se hizo justicia: ganó el equipo que salió a por el partido desde el minuto 1. No le quito mérito al Pulpileño, su fútbol es el que es y lo ejecutan bien, pero hoy ganó el que más quiso. Y eso es bueno para el fútbol. Para el fútbol gallego, y para el fútbol en general.
También quiero aprovechar para agradecer a Agus todo el trabajo de seguimiento que vino haciendo durante el año. ¡Para el próximo, más y mejor!
¡Enhorabuena a la Sarriana y al Barbadás!