Pues ahí está ya en la final.
Vi el primer set entero y después los momentos decisivos de los tres siguientes. En el primero estuvo demasiado fallón y con un porcentaje de primeros realmente bajo, creo recordar que por debajo del 50%, y así es muy difícil ganar a un tipo como Mdevedev, que por otro lado se mostró bastante sólido. Con todo tuvo que acudir al tie break para llevarse el set.
El resto, con un Alcaraz con un primer servicio más acorde y un poco a ritmo de crucero, fue poco más que un trámite. Que es realmente lo que me sorprende: que en un partido en el que el murciano no está especialmente brillante sea capaz de ganar, no digo fácil, pero sí sin grandes problemas, a un jugador de la talla del ruso que, para más inri, tampoco es que hiciese un mal partido. Creo que este extremo deja bastante claro el tipo de fenómeno del que estamos hablando cuando nos referimos a Alcaraz.
Vaya domingo por la tarde que se viene. Ya he avisado a mi mujer que es el momento ideal para quedar con esas amigas para las que parece que nunca tienes tiempo. Para cenar incluso.