Primera victoria. No ha sido un gran partido en términos de calidad de juego (ni de uno ni de otro lado), pero hemos ganado al final por carácter, cuando parecía que se nos iba a ir otra. En el último cuarto, las chicas han tirado de la afición y la afición ha acogotado a Ibaeta. Hemos ganado a un clase media de la Liga, a un Eurocup. Lo más parecido que conseguimos el año pasado fue ganarle al Baxi (que no jugaba Europa): ganamos a las que estaban en el descenso con nosotras más los dos grandes buques.
No ha sido un partido lineal, precisamente. El primer cuarto fue muy disputado y lo ganamos 20-19. Nada muy distinto de otros partidos. Matea ha tirado mucho del carro durante todo el partido, pero los primeros siete puntos han sido suyos, asumiendo el que debe ser su papel en el equipo; por ponerle algún pero, solucionando más en individual que haciendo funcionar al conjunto, pero bien en cualquier caso. Demuestra el acierto de su fichaje.
Pero, como en otros partidos, en el segundo cuarto el espejismo se esfumó. Ibaeta ajustó en defensa, a nosotras se nos hizo de noche en ataque (una larga noche invernal) y nos metieron un parcial de 10-19 para llegar al descanso 30-38. Mal último minuto en el que pudimos irnos sólo cuatro abajo, pero regalamos los ocho puntos de diferencia. Sin embargo, la sensación no era de partido irremontable, porque Ibaeta, siendo un equipo apañado, no arrollaba. Simplemente, aprovechaba las facilidades que dábamos en defensa. Notaron mucho la baja de Washington, tobillo torcido, con lo que se redujo mucho la fiabilidad de su tiro exterior, y supongo que también el haber jugado Eurocup el jueves por la noche.
Me llamó la atención que en el descanso, en vez de la típica rueda a canasta volvimos a hacer un poco de trabajo físico de activación. Digo que me llamó la atención porque no me suena que acostumbráramos a hacerlo. El caso es que tampoco nos valió de mucho, porque los primeros minutos del tercer cuarto fueron, quizá, los peores del partido. Ibaeta amagó con seguir haciendo crecer la ventaja, en un par de momentos pasaron de los diez puntos, pero nos rehicimos. El parcial del cuarto fue un paupérrimo 10-10 indicativo del nivel de los dos equipos. No es que las defensas fueran excepcionales, es que los fallos en ataque eran constantes en las dos canastas. Llegamos, pues, 40-48 al final del cuarto. Ibaeta al tran-tran y nosotras agarradas a la pista. Al menos, la sangría de puntos encajados en partidos anteriores se paró y nos movimos mejor con un marcador corto.
Y así nos plantamos en el último cuarto. Al principio no parecía que el panorama cambiase mucho, pero, casi sin darnos cuenta, empezamos a recortar: seis puntos, cinco, tres, dos. A mitad de cuarto estaba ya el partido en una canasta. Ibaeta no cambió de marcha y nosotras mejoramos la agresividad en defensa, lo suficiente para meternos en el partido, con muy buenos minutos de Haidara y Cooper (en general, todas subieron el nivel). Las superamos en el marcador y, entonces, la grada echó el resto. Ibaeta se encontró con un escenario de partido con el que no contaba veinte minutos antes. Cada ataque se les hizo bola, la presión de la grada les pudo, fueron muy irregulares a la presión y el equipo se desmadejó. Dejaron de entrarle hasta los tiros libres, cosa importante teniendo en cuenta que hicimos muy pronto las cinco personales (en su zona no hubo el mismo rasero). Todo ello lo aprovechamos bien para ir ganando diferencia en el marcador punto a punto, hasta estabilizarla en los cinco o seis puntos cuando aún quedaban minutos por jugar. Sin embargo, a pesar de alguna melonada, no sufrimos mucho. Siempre cabía la posibilidad de que un triple suyo las volviera a meter en el partido o que nos entraran los nervios de conseguir la primera victoria, pero lo cierto es que controlamos bien los ataques (madurez y calidad, nuevamente Matea asumiendo la responsabilidad) y pegamos lo necesario en defensa (sí, se puede) para llevarnos el partido. Un parcial de 26-12 en el último cuarto para cerrar un partido irregular del que no nos fuimos en ningún momento. 66-60 al final y la grada volcada con el equipo.
Haber ganado no quiere decir que nuestros problemas hayan desaparecido. Hay mejores sensaciones que después de Joventut, claro, pero queda trabajo. Al menos, parece que ya nos hemos dado cuenta de que sin pelear duro no vamos a ganar. Hoy ha habido jugadoras que han subido sus prestaciones y otras que siguen dejando dudas (y es evidente por la rotación), pero vamos a dejarlo estar. Blessing está aportando (hoy conté cinco rebotes en los primeros minutos, seguramente haya sido alguno más) y eso reequilibra a las otras.
Vamos a quedarnos con que era muy necesario ganar para espantar fantasmas (y perfectamente se podía haber perdido). Hay que hacerlo bueno la semana que viene contra Ardoi, las colistas que ya son las únicas sin haber ganado. Ojo, jugaremos el viernes festivo (día 1) a las doce de la mañana. Se anticipa toda la jornada por la ventana FIBA. Después, volveremos a jugar en casa también entre semana, nada menos que contra Valencia, el jueves 14 de noviembre. Presentarse con dos partidos ganados nos daría mucha tranquilidad.
Si vemos la clasificación ahora (falta que Araski termine en Girona, vamos a dárselo por perdido), cierra Ardoi con cero victorias y estamos cuatro equipos con una victoria: nosotras, Ibaeta, Ensino y Araski. Y siete más con dos, hasta el puesto cinco. La Liga ha empezado muy igualada y todos los detalles van a contar. Es pronto para saber dónde y contra quién nos vamos a jugar las habichuelas.