En cambio, en este canutazo se le ve como resignada o sobrepasada. Por eso decía, con todo el cariño, que no siempre es bueno grabar estas cosas en caliente.
Me imagino que entre las propias jugadoras tiene que haber bastante falta de confianza en lo que se hace como equipo y en sus propias capacidades. Y habrá a quien le importe, pero el riesgo es que otras pasen, porque, total, ya jugarán en otro sitio el año que viene.
Acaba de empezar diciembre y ya hay fichajes. Canarias se ha llevado de vuelta a casa a Sara Castro (jugó en el Celta hace tres años, creo, y estaba en Challenge con Cáceres). Será para rotación en un equipo que está siendo una de las revelaciones, pero no han esperado: ya jugó en Ferrol este domingo. Aquí no sé si tenemos pensado alguna entrada o salida. Tampoco creo que el problema de esta plantilla se solucione sólo con una ficha, pero si algo puede ayudar, mejor que no lo dejen para enero. Me huelo lo de que “estamos esperando un descarte de XXX” para que al final nos quedemos colgados de la brocha.
Este año el lío va a ser de menos equipos que el pasado. Hay algunos ahí abajo (Ibaeta, Baxi, incluso Estudiantes) que en cuanto se liberen de la competición europea tirarán para arriba seguro. Tampoco me creo que Ensino no vaya a reaccionar, aunque no sé por qué están ahí. No hace falta más que ver sus números para darse cuenta de que compiten. Si no remontan, las dos plazas se van a jugar entre ellas, nosotras, Araski, Ardoi y La Seu. Y ya hemos perdido contra dos de ésas a domicilio. El partido de pasado mañana es muy importante (Zaragoza está algo distraído), pero el del fin de semana puede ser crucial. Y si en casa no estamos bien, pero Navia ayuda a que no nos relajemos, la falta de trabajo o de ganas o de creer en nosotras mismas fuera de casa es insultante para lo que representa esta camiseta.