Esto es un deja vu. Esta temporada el equipo de baloncesto y el de fútbol son vidas paralelas.
Perdimos 61-66. Las causas son múltiples:
a) En la primera parte no salimos a jugar. O mejor dicho, salimos a jugar baloncesto modelno, ése que consiste en perder tiempo durante dos terceras partes del ataque para luego intentar un pase por debajo del sobaco y, en el momento de poder tirar a canasta fácil, sacarla para intentar un tiro más difícil con dos tiparracas encima que, vete a saber por qué, casi nunca entra. Eso, si llegamos a intentar el tiro y no la perdemos antes. Cuando nos sale, una vez de cada diez, gritamos mucho, eso sí. Mientras tanto, ellas, haciendo algo tan revolucionario como ir hacia canasta y meterla, terminaron la primera parte ganando 24-40. Cada ataque de ellas acababa en puntos. Pero muy poco vistosas, donde va a parar. El partido casi liquidado.
b) En la segunda parte nos hemos olvidado de sistemas y posturitas y nos hemos dedicado a defender como cabronas, bajando el culo, reboteando, corriendo y, sobre todo en el último cuarto, atacando la canasta contraria. Lo que venía llamándose garra, llevadas en volandas por el público. Y casi nos llevamos el partido, si no fuera por…
c) Los árbitros, perfectamente sincronizados para repartirse quien hacía de malo en cada jugada. En la primera parte no necesitaron enseñar mucho la patita, ya nos saboteábamos solas. Pero en la segunda parte (después de pasar una buena parte del tercer cuarto pitándoles a ellas varias faltas y violaciones) se volvieron locos. Primero, una técnica al banquillo desde la otra punta de la pista. Y en el momento que nos pusimos a unos siete puntos se sacaron de la manga una personal de Anne cuando ellas ya habían tirado y fallado un triple y salíamos disparadas al contraataque. Por arte de magia, y con el juego aún parado, otra técnica y una descalificante a Anne. Con eso, ellas volvieron a coger aire por encima de los diez puntos de ventaja. Aún así, en el último cuarto las dejamos en siete puntos anotados y llegamos a estar a distancia de una canasta, a pesar del recital de violaciones pitadas a Musa, como si todas las demás jugadoras no hicieran pasos de salida. Pero la guinda fue un ataque para ponernos a dos puntos: Haidara va a canasta, la mete y pitan personal. Pero después de unos segundos deciden que la personal es en ataque de la propia Haidara, a la que hubo que agarrar. En el siguiente ataque de ellas, metieron y se volvieron a ir a seis puntos. Ya no volvimos a tener la oportunidad.
d) Las jugadoras. Hoy han quedado retratadas varias y, de paso, el trabajo de la secretaría técnica: Trahan Davis, Benton y Nina. Tres de los cinco fichajes que tenían que ser diferenciales no han aportado nada y empiezo a pensar que ya no van a hacerlo el resto de la temporada. Cuando se ha tratado de sacar la garra e ir a por el partido en la segunda parte no han pisado la pista. Hemos tirado con las del año pasado, incluyendo a Laura Prats, más Haidara y Samson (hoy sí, con matices en cuanto a la calidad y su juego en defensa, pero al menos se ha sumado a la causa haciendo su mejor partido desde que llegó). Con esto no nos alcanza; no se puede aguantar todo el partido sin rotaciones al ritmo de la segunda parte. Y si se aguanta un partido, no llegan vivas al final de la primera vuelta.
Hoy se hubiera ganado si no hubiésemos tirado a la basura la primera parte, si Musa (con lo fundamental que es en rebote) no falla diez o doce puntos debajo del aro y unos cuantos tiros libres o si los árbitros no hubiesen condicionado tan descaradamente el resultado. Pero es lo que hay. Eran unas rivales directas y hemos perdido. Ahora viene una semana de descanso por selecciones y luego dos partidos fuera, en Cataluña (en días casi consecutivos), antes de recibir al Ensino a final de mes. A ver en qué situación llegamos ahí. Igual seguimos teniendo opciones porque sólo hay que encontrar dos equipos peores. Es difícil, pero no imposible.
Tampoco sé qué margen de maniobra tiene la directiva para cortar al menos un par de los fichajes de verano y traer gente que aporte desde el primer día. Pero deberían pensarlo. Ha costado mucho esfuerzo recuperar la categoría para perderla otra vez sin dar la batalla.