Para empezar, hemos jugado todo el partido sin bases. Las dos están lesionadas. Como el partido que importa es el del viernes que viene, se ha preferido no forzar. Ariadna ha sido la encargada de subir la bola la mayor parte de las veces, Paula lo ha hecho algún ratito, pero, en general, ha faltado dirección (lógicamente).
Hoy, Gran Canaria tenía una jugadora de ésas que le gustan a Celtic muy dominante. Ya tenemos algunos problemas en el rebote, pues hoy más. A mayores, nos han hecho demasiados contraataques demasiado fáciles y casi siempre a cargo de las mismas jugadoras, y ha faltado inteligencia para leerlos.
Aun con todos los handicaps, hemos estado en el partido hasta el final. En la primera parte hemos tenido periodos de buen juego de ataque. En la segunda ha sido más pelea.
Un entrañable recuerdo para los árbitros del colegio gallego que nos han pitado prácticamente toda la pretemporada de la misma manera. Hoy, en un minuto y veintidós segundos del último cuarto nos han pitado cuatro personales. Ha llegado a estar ese marcador particular en 6-0. Luego han dejado de pitarnos personales por cualquier cosa y han pasado a pitarnos otro tipo de violaciones en ataque, de modo que cada vez que nos acercábamos a dos o tres puntos pasaba algo. Han cambiado de criterio varias veces en el reseteo del crono de jugada y han transformado personales de las canarias en luchas cuando les favorecía. Hasta en la última jugada en ataque de Canarias nos han pitado una personal y, antes de tirarla, han decidido pitar además una antideportiva. En fin, hay que aprender a sobreponerse a estas cosas, que sucederán a lo largo de la temporada.
Alguna cosa más. Ejiofor no está y parece que la cosa de su permiso se complica y va para largo. No es buena noticia con los problemas que tenemos para coger rebotes y defender a las altas. Va a llegar, en el mejor de los casos, con la liga bien empezada y sin ritmo.