Mucho despliegue de cámaras inútiles, sólo para epatar, pero la infografía en acción para la tele de estos juegos en pleno siglo XXI es la peor de la historia. Por escasa, por fuera de contexto y por tardía.
Las realizaciones se centran en los ganadores, olvidándose de que hay gente todavía en competición, como pasó ayer con Álvaro. Le dedican más tiempo a captar la payasada que se le ocurra al ganador para celebrar, aunque sea una primera ronda random, que a lo que está sucediendo en un evento en el que se decide una eliminación.