Hoy empieza la semana 14 en todo lo alto, con un Packers-Lions en el TNF. Dado que mañana es festivo, estoy planteándome hacer una locura y trasnochar.
Por lo demás, es la última semana con descansos. Sólo hay trece partidos. Para el domingo, el turno de las siete, a priori, es meh, con varios partidos desequilibrados o entre equipos que no se juegan gran cosa. Así que puede ser una oportunidad para ver un partido entero en casa de los Dolphins, contra los Jets. Eagles y Vikings tienen la responsabilidad de ganar en casa contra Panthers y Falcons para seguir metiendo presión a Lions por el número uno de la Conferencia, conociendo ya su resultado. Bueno, vale, los Falcons se juegan ser los primeros de su división, sobre todo teniendo en cuenta que los Bucs reciben a los Raiders, así que en Minneapolis puede haber algo de chicha. También hay un Browns-Steelers, interesante por lo sucedido hace un par de semanas. Los Steelers defienden su liderato en la Americana Norte, pero con menos presión porque los Ravens descansan esta semana.
La cosa mejora en el segundo turno. Por un lado, un Seahawks-Cardinals casi definitivo para el primer puesto de la Nacional Oeste. Si ganan los Seahawks, será muy difícil bajarlos de ahí. Saltémonos el Bears-Niners. A la misma hora se juega un Bills-Rams; es difícil pensar que los Rams puedan complicarle la vida a unos Bills que van lanzados en este momento, aunque jueguen en Los Angeles y no nieve. La misión de Bills es presionar a los Chiefs, que juegan más tarde, en el SNF, contra los Chargers en Kansas City. Bonito partido para medir si lo de los Chiefs es grave frente a un equipo del que no se esperaba gran cosa esta temporada y que está resultando ser muy sólido.
Para el MNF queda un Bengals-Cowboys sin nada que rascar esta temporada, sólo por la honrilla. Y la pasta, claro.