Yo me lo pierdo porque me coge de viaje.
A ver, Nole es Nole. Su experiencia, su competitividad y por encima de todo su buen tenis lo hacen casi inabordable, y más todavía cuando la cita es tan señalada como la final de un Grand Slam. Y aún por encima Wimbledon, donde parece que vive en un estado de gracia permanente desde hace años.
Dicho lo anterior, y aunque no es favorito, Alcaraz le puede ganar. Los dos lo saben, y la presión es toda para el balcánico, ya que asistiría en una de sus canchas fetiche al verdadero sorpasso en el mundo del tenis, teniéndole a él como convidado de piedra.
En mi modesta opinión, de no mediar los famosos calambres, Alcaraz ya le hubiese ganado en París. En un segundo set jugado a todo trapo, a calzón quitao, venció el murciano, y todo el mundo veía que el tercero era muy probable que cayese de su lado, porque lógicamente cada vez estaba más enchufado y el serbio estaba sorprendido (no es fácil que alguien le gane cuando él está dando su 100%) y cansado. Peeeeroooo... llegaron los calambres y se acabó. Luego apareció el bocas de Ivanisevic diciendo que Nole lo sabía, que intuía que a Carlos le acabaría pasando factura física ese ritmo, cuando cualquiera hubiese apostado porque pasase justo lo contrario. Fue más una cuestión más mental que física.
Bueno, pues eso, a pesar de que yo también doy como favorito a Djokovic... ojo, que el primero que deseaba a Medvedev en la final era él. Por algo será.