Pues acaba de empezar la Liga.
Y el Celta la comienza con un equipo aún peor que la temporada pasada. Con un solo portero, con dos laterales derechos que no son garantía, con uno izquierdo que tampoco, con un lateral izquierdo suplente que es un extremo defensivo reconvertido, con los dos mediocentros del año pasado, uno de ellos con el cartel de se vende encima, con el segundo máximo goleador más fuera que dentro, con la máxima estrella con 36 años y una lesión crónica en la espalda, y con dos nueves que sumaron 6 goles entre los dos el año pasado. Uno de ellos con el físico de un exfutbolista.
Perdonadme si a día de hoy no irradio optimismo...