Melón del asunto de la celebración del título de Liga del Barça en el RCDE Stadium. A la corta, me parece bien que se haya decidido moderar las celebraciones al máximo para no entrar en "provocaciones" y generar situaciones tensas de orden público puntualmente en el día de ayer. A la larga, es muy peligroso criminalizar a alguien porque celebre un gol o porque lleve la camiseta del equipo contrario (se ha impedido entrar a gente con la camiseta del Barça y se ha echado del campo a unos ingleses por celebrar un gol). Para mí son microfascismos, síntomas de que algo no va bien. Un atentado contra la tolerancia y la naturalidad de la celebración en el fútbol. La victoria de los fanáticos frente a los tolerantes. Normalizar esto, como ha hecho por ejemplo el entrenador del Espanyol, me da mucha pena. En fin, una más de muchas situaciones que encaminan el mundo hacia malos lugares.